13.12.07

Mañana:


Mi propio Brit Milá


Hasta pronto.

Share/Save/Bookmark

20.11.07

Muy tarde

Han pasado ya un par de meses desde que se llevó a cabo esta presentación. Sin embargo, no puedo dejar pasar la oportunidad de mostrar algunas imágenes de Maggie junto con nosotros en lo que fue mi primera vez dentro de un performance con cabellos eléctricos.









El libro se llama 'El reverso exacto del texto'. Deben encontrarlo, si no me equivoco, en el conejo blanco de condesa, DF. De no ser así, contacten a la autora. Aquí su blog: www.sayak.blogspot.com

Share/Save/Bookmark

19.11.07



Mi Cabeza es un Jackson Pollok. Ahora
Share/Save/Bookmark

16.11.07

terapia: libros




Había decidió mandar todo a la chingada. Sólo el día de hoy. La sensación súbita de marasmo se instalaba pertinaz en mi sistema. No quería hablar. No quería trabajar. No quería escribir. Solo quería mandarlo todo a la mierda. ¿Las razones? Incomprensibles. Sólo me vi diligente directo a una barranca. Caer hasta el fondo para agazaparme y no salir de ahí en un buen rato.
Salí a caminar por la ciudad (es inmensa así que el comentario es presuntuoso). Salí a caminar por tabacalera. Después de un tramo más o menos largo abordé el metro y sin pensarlo mucho salí a la superficie en Bellas Artes. Después de todo parece ser el camino de siempre, como si estuviera escrita en alguna parte de mi cabeza aquella hoja de ruta. No lo pensé dos veces y me metí en una librería.
La sensación se puede describir acaso como la de una mujer fatua entrando a una boutique. Idéntica debe ser. Conforme miraba los títulos el marasmo fue diluyéndose hasta convertirse en añicos. Es verdad. Las librerías representan mi zona de confort fuera de casa.
De regreso también abordé el metro y también caminé bastante. Entonces sólo lo hacía por solaz, por presunción quizá.

Aquí mi terapia de lo que resta del año ( y acumulándose)










Share/Save/Bookmark

afiche: 2:27 a.m.

Ego Tripping at the gates fo hell

:The mood


Share/Save/Bookmark

14.11.07

Noviembre 12. Veracruz, Ver.


El día inicia y no termino de llegar. A las 0 horas me encuentro varado en la central de autobuses de Veracruz. Pese a ser un domingo/lunes anodino, el sitio parece hormiguero. En su mayoría taxistasconcaradeasaltantesconcuerpodetraileros que gritan sus destinos y hostigan a los pasajeros. El tablero del ADO me indica que la última corrida a Xalapa ha salido ya. A las once en punto. Maldigo mi itinerario (me maldigo a mí mismo: yo elegí el itinerario). Pienso en la posibilidad de tomar n taxi: no menos de 200 pesos. ¡Pero qué mierda! La suerte aparece y una corrida extra está a punto de salir.
2 horas de viaje. Con el tiempo que llevo fuera de casa perfectamente pude haber viajado en autobús desde DF y hacer menos tiempo. Qué más da.
Xalapa me resulta inquietante y atractiva. Su olor a frío (jamás percibí el aroma del cafeto en toda mi estadía) y sus nubes que invaden las calles e impiden la visión me emociona sin tener una certeza del por qué. Llegó al hotel y una cucaracha me da la bienvenida en la habitación. Pequeña, amable y escurridiza. Cruje bajo mi suela. Es hora de dormir. En un rato más, tendré que pasar muchas horas sentado en el coloquio (no es queja).
Despierto con un sabor acerino en la lengua. He fumado más de la cuenta y las bacterias, implacables, me pasan la factura. En el baño descubro que las cucarachas además de repulsivas son caníbales: una cucaracha más (ésta viva) merodea y come de los restos de la de anoche. Pienso en el asco y los buchos. Pienso en los humbres.
Orino fuego. Alguna infección, quizá. No recuerdo haber bebido agua simple en semanas. Me ducho. Prendo el televisor y Tabasco sigue inundado. El rey de España le grita a Hugo Chávez. ¡Bah!
Prendo la computadora y pongo música.
A las ocho en punto llamo a la organización del Coloquio. Reclamo (con comprobante de pago en mano) el no haber recibido la confirmación de mi inscripción. Se disculpan pero no han recibido nada. Grito y prendo el primer cigarro del día. El sabor sigue ahí. La boca del estómago se queja. Omito el desayuno y me dirijo de inmediato al teatro del estado.
Después de muchas negociaciones y un tamiz inacabable de organizadores me entregan unas hojas y el programa. Está a punto de ser inaugurado el encuentro y prefiero no perderme nada. Corro a buscar mi lugar y me pongo los audífonos traductores. Aun así no entiendo nada.
Durante un coffee break decido regresar al hotel a buscar mis maletas: he hablado son Israel y accede a hospedarme por una noche. Su casa no tiene cucarachas.


Share/Save/Bookmark

Though Guys don't dance. Ever

Noviembre 11. México D.F.

La noticia la leí hoy en el aeropuerto. Por cuestiones administrativas no podía llegar sino hasta antes de por lo menos dos horas para recoger un pase de abordar el cual fue el tema de todas las conversaciones y disgustos que tuve durante el fin de semana. Para el caso importa poco o nada. Sólo me limitaré a decir que ese vuelo, hasta la mañana de hoy, parecía perdido. Y no. Llegué a tiempo (casi una hora de adelanto) y me senté con un avellana Moka del Starbucks. El cual sabe a mierda. O mejor dicho, a lo que sabe la mierda después de comer montones de palomitas de caramelo. En fin. Esperaba en una mesa del aeropuerto y la noticia me la dio Lalo. Súbita.

—Gordo. ¿Qué crees?
—¿Qué pasó?
—Se murió Norman Mailer güey.
—No mames. ¿Cuándo?
—Ayer, Güey. Revísalo en internet.

Lo esperaba (como algo que puede esperar una persona que mira pasar el tiempo sin que le perturbe nada y aunque no fuera así, pasaría por alto). No sentí dolor. Acaso lástima. Vacío, sí: vacío. Justo como se debe sentir que muera el más querido (para ti) abuelo de tus amigos. Pérdida ajena pero de algún modo (indescriptible y lejano) dolorosa.
Tengo por ahí un par de novelas de Mailer y habré regalado unas cuantas más (mención aparte el profundo placer que me produce regalar sus libros a lectores poco avezados o de plano principiantes o decididamente moralinos). El vacío no era sino el vacío de la espera. De el siguiente libro, de la siguiente declaración incendiaria, Del siguiente Norman, por supuesto.
En abono a lo dicho comentaré que la obra completa de Mailer (en su conjunto) sólo representó para mí, largas horas de solaz. Nada más. Entonces habrá parecido absurda y ociosa la idea de la pérdida. Pero me detendré a explicar (aunque sólo lo suficiente): Mailer forjó buena parte de mis deseos e intentos (prácticamente fallidos) por dedicarme seriamente a la escritura, con sólo haber leído uno de sus libros: Los tipos duros no bailan. Esa, sin representar a ninguna de las demás por más geniales que puedan resultar, es la obra que marcó el resto de mis intentos de construir una voz, una poética o como quiera que se le llame.
Confieso que siempre he querido despertar del modo en que inicia la novela: crudo, ruco, jodido, con la eriza y después de 24 días de que mi mujer me haya abandonado para después descubrirme envuelto en una maraña de sucesos inquietantes. Ser misógino por convicción y no en el imaginario. Sembrar cualquier hierba y esperar a que algún meteoro la convierta en una obra de arte de la intoxicación. Decir cipote una y otra vez como un par de sus traducciones. Convertirme en un homofóbico decidido a pesar del amor que les tengo a tantas personas con dicha preferencia. Ser un poco Mailer. Ser, mejor aún, invento de Mailer.
Pero qué digo. De cualquier modo ha muerto.
Aquí la nota:

Mailer, punto final a una vida provocadora

El escritor estadounidense, cuya existencia siempre estuvo marcada por los contrastes y el escándalo, falleció ayer en Nueva York a los 84 años

• Lo voy a extrañar mucho: Tom Wolfe 2007-11-11
El Universal
Domingo 11 de noviembre de 2007

NUEVA YORK (The New York Times).— Norman Mailer, el combativo, controversial y a veces demasiado franco novelista, quien tuvo una presencia provocadora en las letras estadounidenses por más tiempo que ningún otro escritor de su generación, murió ayer a los 84 años en Manhattan.
Falleció por una insuficiencia renal aguda, en el Hospital Monte Sinaí, tras varias semanas delicado de salud y tras ser operado del pulmón.
Mailer (1923) irrumpió en la escena literaria en 1948 con el libro Los desnudos y los muertos, una novela en parte autobiográfica sobre la Segunda Guerra Mundial; a lo largo de sus seis décadas en las letras rara vez estuvo lejos de los reflectores. Publicó más de 30 libros incluyendo novelas, reportajes, ensayos y biografías; dos veces ganó el Premio Pulitzer: primero con Los ejércitos de la noche (1968, obra que también le valió el National Book Award), y con La canción del verdugo (1979).
Mailer perteneció a la vieja escuela literaria que consideraba la escritura de las novelas como una empresa épica llevada a cabo por personajes heroicos. Fue el más ambicioso escritor de su generación y no sólo entabló una competencia con sus contemporáneos, sino con figuras de la talla de Fiodor Dostoievski y León Tolstoi.
Buscaba con afán la atención pública, y la publicidad inevitablemente lo seguía. Además de su actitud retadora, era reconocido por sus grandes orejas, su pecho ancho, sus ojos intensamente azules y su cabello revuelto. Bebedor frecuente, consumidor de drogas, trabajador incansable y mujeriego, fue aspirante a alcalde de Nueva York en 1969. Además fue un hombre de contrastes: por un lado se opuso a la guerra y por otro denostaba la liberación femenina.
Del Apocalipsis y el boxeo, de drogas, existencialismo, fascismo, pacifismo, violencia, Dios y el diablo, cáncer y guerra, Marilyn Monroe, obscenidad y orgías, paranoia y política, revolución, sexo, tecnología y totalitarismo, de todo ello escribió Norman Mailer.
Como recordó ayer en España su editor Jorge Herralde, el novelista estadounidense pasará a la historia como uno de los grandes escritores “sin Nobel, al igual que Kafka”.
Nacido en Nueva Jersey el 31 de enero de 1923, en el seno de una familia de inmigrantes judíos, Mailer creció en Brooklyn. Estudió ingeniería aeronáutica en la Universidad de Harvard mientras aprendía en talleres literarios “cómo no se debe” escribir. Antes de terminar su formación en la Universidad de la Sorbona tuvo que servir durante los últimos años de la Segunda Guerra en Filipinas y Japón.
Se casó seis veces y tuvo nueve hijos, el último de ellos con la entonces modelo Norris Church, su mujer desde 1980.
Borracho, en 1960 le clavó un cuchillo en el estómago a su segunda esposa, Adele Morales, que más tarde publicó un libro sobre el martirio de su matrimonio con Mailer. La negativa de Morales a cooperar con la fiscalía permitió al autor ser castigado con pena bajo fianza.
Detenido durante una manifestación contra la guerra de Vietnam en 1967, aspiró dos años más tarde a la alcaldía de NY. La candidatura movilizó contra él al movimiento feminista, que lo calificó de “el cerdo más grande y reaccionario” por sus modales de “macho”, sus múltiples matrimonios y su presentación de las mujeres como androfóbicas por naturaleza. Su libro El prisionero del sexo, donde acusaba a las mujeres de usar anticonceptivos por odiar a los hombres, desencadenó un gran escándalo.
Una polémica no menor desató su “autobiografía” de Jesucristo, El Evangelio según el hijo (1997), escrita en primera persona para horror de los fieles. En los últimos dos años creó una novela sobre las raíces del mal encarnado en Hitler (El castillo del bosque). Aunque tenía previsto escribir una continuación, el propio autor dudaba de sus fuerzas en una entrevista concedida en agosto de este año: “No sé si me queda tiempo”.
Su férrea oposición al gobierno del presidente George W. Bush y la guerra de Irak le devolvió impulso en una reciente entrevista: “¡Es la peor guerra en que haya participado jamás este país!”, criticó, destacando la responsabilidad de un líder bélico, en su opinión, de una estupidez sin precedentes.
Ya en su libro Why Are We At War?, de 2003, Mailer criticó a Estados Unidos como una superpotencia arrogante con tendencias fascistas, y a George W. Bush como un ex bebedor teledirigido por conspiradores imperialistas.
Por el contrario, el escritor apoyó al Premio Nobel de Literatura alemán Günter Grass cuando, durante una visita a Nueva York este verano, se le preguntó por su pasado en las juventudes nazis. Un Mailer ya empequeñecido, grisáceo y deteriorado, que apenas podía ver y oír, mostró una compasiva cercanía a su colega: “Si yo hubiese estado en los zapatos de Günter también habría aterrizado como él en la SS”, aseguró, al tiempo que exigía que un autor tuviese derecho a no escribir sobre ciertas experiencias.
En una entrevista concedida en 2006 reconoció que su novela favorita, aunque no necesariamente la mejor, fue Los tipos duros no bailan, un thriller que escribió bajo extrema presión financiera en 1984: “Estaba preparado para escribir un mal libro, en caso de que fuera necesario, pero el estilo surgió y eso lo salvó para mí”. En todo caso reconoció, entonces, que su mejor obra era Noches de la antigüedad (1983), una larga novela acerca del antiguo Egipto.
Pero es La canción del verdugo el libro que muchos críticos consideraron su mejor obra. Al respecto, dijo en la misma conversación, que tenía sentimientos encontrados porque no era enteramente su proyecto (la obra refiere la ejecución del doble asesino Gary Gilmore en 1977, la primera desde la reinstauración de la pena de muerte en Estados Unidos).
Antes de la publicación de El castillo del bosque dijo que anhelaba que la muerte lo esperara lo suficiente como para poder completar la secuela de esta obra. Mailer, quien caminaba con bastón y resolvía crucigramas, reconoció recientemente que escribir a su edad le resultaba más sencillo por lo menos en un aspecto: “Lo que se desperdicia es menos”. (Traducción Omar Páramo/ con información de agencias)






Share/Save/Bookmark

Tracklist to/in/on Xalapa

Jhonny Cash: the essential (completo) / Kylie Minouge- come into my world / Starsailor- silence is easy / KC & the sunshine band- I’m your boogie man / Pet shop boys- suburbia / Caribou- melody day /Le tigre- deceptacon (dfa mix) / Björk- volta (completo) / Supertramp- the logical song / The pipettes- tell me what you want / Radiohead- fake plastic trees / Feist- I feel it all / Feist- mushaboom (postal service mix) / The verve- Bittersweet symphony / Underworld- cowgirl / Bebe- tu silencio / Moby- extreme ways / Austin TV- rucci / Los tres- pajaros de fuego / Pizzicato five- Bossanova 3000 / Pink floyd- wish you were here / The flaming lips- do you realize? / Incubus- are you in? / Los super elegantes- sixteen / Jarabe de palo- agua / Beastie boys- freak hijiki / Smashing pumpkins- neverlost / Sarah McLaclan- adia / Alan Parson’s Project- children of the moon / T. Rex- 20th century boy / Röyksopp- someone like me / Mogwai- emergency trap / Air- alone in Kyoto / Bajofondo tango club- el sonido de la milonga / Björk- I miss you / Lily Allen- naïve / Justice- D.A.N.C.E. / The white stripes- my doorbell / Easy allstars- Radiodread (completo) / Beastie boys- suco de tangerine / Pink martini- everywhere / the cosmetics- boxes in the ground / Radiohead- in rainbows (completo) / The cure- Friday I’m in love / EBTG- walking wounded / TV on the radio- blind / Yo la tengo- Madeline / Austin TV- les choses sont bizares / Dido- here with me / IMS- lalala / 30 seconds to mars- the kill / Bush- the chemical between us / pink martini- cante e dance / Justice- genesis / Linkin park- faint / Smashing pumpkins- zero / Bajofondo tango club- vacio / David Bowie- space oddity / Calvin Harris- this is the industry / David bowie- life on mars / Los planetas- un buen día / Jarabe de palo- el lado oscuro / The arcade fire- neon bible (completo) / the arcade fire- funeral (completo) / Kula shaker- tattva / The postmarks- goodbye / Jamiroquai- you give me something / Madredeus- O paraiso (buschemi’s afro mix) / Soda stereo- confort y música para volar (completo) / Janes addiction- pets / Ian Brown- love like a fountain / Everlast- what is like / Yo la tengo- sometimes I don’t get you / Ratatat- cherry / EBTG- miss you / Electric president- insomnia / Prodigy- breathe / Phill Collins- susudio (live) / Señor Coconut y su conjunto- Yellow fever (completo) / Broken social scene- lovers spit / Andrew Wk- party hard / Lily allen- smile / Amy winehouse- I’m no good / Muse- hysteria / Alanis Morrisette- hands clean / The beatles- across the universe / The beatles- Norwegian wood / Cornelius- drop (kings of convenience mix) / Fatboy slim- live on brighton beach (completo) / Goo goo dolls- name / Blockparty- so here we are / Kings of convenience (feat. Feist) – know-how / Duncan sheik- barely breathing / Bose- sit u no vuelves / Ian Brown & Noel Gallagher- keep what ya got / Röyksopp- beautiful day without you / Portishead- mysterons / Café tacvba- volver a comenzar / Fito Paez- 11 y 6 / Porter- espiral / Blonde redhead- elephant woman /Cornelius- toner / The pipettes-your kisses are wasted on me / Starsailor- Four to the floor / REM-electrolite / Groove armada- the final shakedown / The mars volta- frances the mute (completo) /IMS- escribeme pronto / Sade- by your side / Babasonicos- carismático / The postal serice- Clark Gable / Foo fighters- the best of you / Tom petty- the last dance of mary jane / Hot hot heat- no, not now / Underworld- born slippy / los tres- la torre de babel / Cassius- 1999 / Tori Amos- cornflake girl / Juan Luis Guerra- el Niagara en bicicleta / Fiona Apple- paperbag / Portishead- cowboys / Duncan Sheik- Wishful thinking / Scissors sisters- flirty & gorgeous / yo la tengo- my little corner of the world / Green day- when I come around / Live- selling the drama / Arctic monkeys- fluorescent adolescent / Kaiser chiefs- ruby / franz ferdinand- take me out / Gorillaz- Clint eastwood / Zoe- love / Björk- army of me / Lisa loeb- stay / 30 seconds to mars- beautiful lie / Feist- secret heart / Texas- say what you want / Tindersticks- pretty words / The new pornographers- use it / The postal service- nothing better / Los amigos invisibles- mujer policia / Los tres- olor a gas / Bent- silent life / NIN- the hand that feeds / Quiero club- let the music / Metallica- hero of the day / Belanova- tus ojos / Sarah Mclaclan- sweet surrender / IMS- chachacha / Tracy chapman- fast car / el cuarteto de nos- yendo a la casa de Damian / Sussie 4- on time / Los bunkers- llueve sobre la ciudad / Röyksopp- what else is there / David Bowie- ziggy stardust / Los tres- dejate caer / Garbage- happy when it rains / Porcupine tree- collapse the light into earth / Federico aubele- ante tus ojos / Kashmir- rocket brothers / Angela McCluskey- It’s been done / Kula shaker- shower your love on me / Just jack- starz in their eyes / Fiona apple- across the universe / Bossanostra- apocalypso / Ratatar- hot…

Share/Save/Bookmark

15.9.07

Las lecciones de Rodney Falk


Me encuentro leyendo desde hace un par de días ‘La velocidad de la luz’ de Javier Cercas. En él me he encontrado con fragmentos estupendos, desde la perspectiva narratológica (faltaba más) hasta en disquisiciones formidables acerca de qué diablos representa el acto mismo de narrar. Aquí dejo, a manera de notas, fragmentos que me han llamado poderosamente la atención.
· Cuando uno se aburre de la verdad y empieza a decir cosas originales tratando de hacerse el interesante, acaba no diciendo más que tonterías. En el mejor de los casos tonterías originales y hasta interesantes, pero tonterías.
· (el escritor) Es un tipo que se plantea problemas complejísimos y que, en vez de resolverlos o tratar de resolverlos, como haría cualquier persona sensata, los vuelve más complejos todavía. Es decir: es un chiflado que mira la realidad, y a veces la ve.
· En una novela lo que no se cuenta siempre es más relevante que lo que se cuente […] Quiero decir que los silencios sin más elocuentes que las palabras y que todo el arte del narrador consiste en saber callarse a tiempo: por eso en el fondo la mejor manera de contar una historia es no contarla.

Share/Save/Bookmark

9.9.07

Estrella

Afortunada casualidad. Encontré después de varios intentos recuperar una mnificción que se encontraba sepultada en el blog anterior (hoy ya imposible de consultar).

He aquí.


Estrella camina sobre la cuerda. Desafía el límite de las posibilidades, se conduce diligente en el discurrir del día a día. Caminar es un juego macabro, y Estrella lo juega en serio. Del callejón a la avenida, del torniquete al andén, de la puerta a la escalinata, del puente a la disyuntiva.
De vez en vez, cuando así lo precisa, Estrella detiene el paso y respira profundo. Mueve las manos de tal modo que a cada aspaviento convierte la brisa en obra, vacío en materia, artefacto en juguete, resta en suma; sólo así puede conseguir aliento para continuar el trayecto, siempre tan largo.
Cuando ha llegado a casa, Estrella no se detiene. Continúa su andar convertida en dibujo, en metal, en plástico, en música, en magia. Camina ochenta mundos para poder conciliar el sueño, y de nuevo, ya en cama, respirar profundo, mover las manos y seguir caminando en intrincados bosquejos de ángeles y demonios, siempre a su lado, aunque al final también, siempre detrás. Del tercer cielo al séptimo circulo, del recuerdo al deseo, de la añoranza a la tristeza, del pasado a la nada, de Virgilio a Beatriz, de la muerte a la carcajada, del pubis a la medula, de la frente a los ojos.
Hoy, Estrella caminó con cotidiano ritmo, del callejón a la avenida, del torniquete al andén, del puente a la disyuntiva. No quiso mover las manos ni respirar profundo, la creación la postergó para los más afortunados; en cambio, optó por mirar hacia atrás, de soslayo. Profirió maldiciones a los minutos que la consumen por dentro, a los fantasmas que la carcomen por fuera, y ya de regreso a casa Estrella sugiere continuar camino, ya no en el dibujo, ni en el metal, ni en el plástico, ni en la música, ni en la magia. Prefiere caminar ochenta vueltas en el carrusel del revolver, detenerse cansada y respirar profundo, mover las manos, halar el gatillo.

Share/Save/Bookmark

30.8.07

En silencio como alcachofa

Hoy desperté a las 6:00 a.m. La manera en cómo se deletreaba la palabra despierta reventaba en mis oídos; cinceladas tan fuertes que pronto terminarían por disolver cualquier cosa que estuviera soñando. Y aun así: de haber sido mi cuerpo un poco más autónomo con respecto a mi mente, con certeza habría sido la boca quien a base de dentelladas me exigiera terminar de inmediato con mi sueño. La fuerza que había cobrado aquel silabeo ¡des-pier-ta!, ¡des-pier-ta!, fue tornándose en un fragor insoportable. Mil voces irrumpiendo con estruendo en mi cabeza.
Varios minutos después, tomé conciencia del repugnante sabor en mi boca. Coloqué mis manos en el cuerpo de Helga y exhalé para respirar un aliento metálico y descompuesto; como si lo que había merendado se hubiese podrido al consumirlo. Aquella sensación me obligó a apresurarme hacia el lavabo. Enjuagué mi boca comprobando que el sabor oxidado no era más que una multitud de coágulos de sangre. Incluso en mis labios y comisuras se encontraban cubiertos de una finísima capa. Escupía y me llenaba de nueva cuenta de un agua que sólo consiguió dejarme un fuerte dolor en encías y dientes.
La hemorragia pareció ceder al frío del agua.
Después de haberme cepillado, el sabor y el aroma menguaron hasta dar paso a un leve vaho de menta y canela. La sensación del agua helada en el paladar se expandió a tal grado que pronto me produjo una pertinaz jaqueca. Necesitaba leche y un analgésico.
El orden en la cocina se encontraba roto. Un caos de trastos y alimento desperdigado interferirían con cualquier tipo de tarea propuesta. No recordaba nada que hubiese propiciado tal desorden. Para mitigar la jaqueca abrí el refrigerador y me empiné el galón de leche hasta atragantarme. Tan pronto me esforzaba en traer a mí la noche anterior, mi mente se transportaba hacia un páramo desolado. Sólo recordaba que estuve con Helga tras haber llegado de su trabajo.
Mientras buscaba un par de analgésicos en el botiquín, mi mente inició un rastreo frenético en la memoria. La configuración de la cocina sólo me remitía al resultado de que había comido algo pero no lograba recordar qué.
Entonces apareció un recuerdo que hincó los dientes en mi cuello.

Tras la dimisión de Wallesa al gobierno de Polonia mi familia se había visto envuelta en una andanada de acusaciones sobre corrupción. El desorden que prevalecía en aquellos momentos no permitió que mi padre armara una defensa adecuada. Terminó junto con un par de compañeros del ministerio en prisión como chivo expiatorio. Mamá y Jan, mi hermano mayor, tuvieron que despojarse de sus bienes para poder continuar con un juicio que a todas luces parecía perdido. Y así lo fue. La judicatura recién instalada estaba tan o más infecta de abyección que la que controlaba Wallesa. Los caminos y las instancias se difuminaron tan rápido como nuestro patrimonio. Al final mi padre permaneció en prisión y nosotros nos quedamos sin un zloty. De Varsovia tuvimos que mudarnos a una unidad que durante la guerra había funcionado como ghetto en la provincia de Bydgoszcz, tanto por la cercanía con la prisión donde se encontraba papá, como también por que no había alcanzado para nada más. En cualquier caso ese sitio continuaba siendo un maldito ghetto. La mafia rusa había fincado ahí una pequeña esfera de influencia durante la hegemonía de Moscú en el país. El tráfico de armas, drogas, mujeres y demás mercancía irregular pululaba en las calles. Jan debió conseguir empleo como taxista; mamá, macilenta tras el proceso de defensa de papá, terminó fregando trastos en el comedor de una de las fábricas del sector. La vida era una gran mierda.
En la familia, el tiempo discurría en la semana como si estuviese muerto. Hablábamos poco entre nosotros, siempre contando los días en espera del sábado; día en que nos permitían ver a tatushu por unas horas. En cuanto llegábamos a prisión, la mirada de todos recuperaba el brillo, como si el resto de la semana significara una amarga pausa en nuestra vida. Corríamos hacia la mesita que nos era destinada para convivir con papá.
Durante uno de esos encuentros tocó mi cumpleaños número once. Papá llegó perfectamente acicalado, con una pequeña bolsita escondida. Tras besar a mi madre y abrazar efusivamente a Jan, se acercó a mí y me habló como si fueran sus últimas palabras: «Hola, hijo: no tuve mucho tiempo para prepararte ningún regalo, pero cultivé algo para ti. Cuídalo mucho. Feliz Cumpleaños, Lukaz». De la bolsita extrajo una pequeña maceta con una alcachofa tierna. De la maceta colgaba una diminuta bolsa de papel con una docena de semillas rosadas. ¿Qué mierda era ese regalo? De cualquier modo lo conservé.
Las semanas siguientes me dediqué a cultivar las semillas. Con sencillos empleos temporales para los vecinos, conseguí lo suficiente como para comprarme un huerto, un costal con humus de lombriz y demás fertilizantes. Pensaba entonces que quizá cultivando todas las alcachofas para venderlas podría contribuir al gasto familiar, o, por lo menos, contribuir en especie con la hortaliza. La planta que papá me había regalado no se tocaría. Temía que cuando saliera de prisión me reprendiera.
A los pocos meses de habernos mudado al ghetto, Jan terminaría por hartarse del nuevo papel de jefe de familia. Sin previo aviso, una noche que aparentemente le tocaba doblar turno en el taxi, no volvió. Al principio fue incertidumbre. Horas después del momento en que debía llegar, mamá llamó a la policía; temía que lo hubiesen asaltado e incluso herido. En aquellos tiempos, Polonia se encontraba convulsa. La estación de policía contactó al jefe de Jan; había renunciado un día atrás. Semanas después nos enteramos por una carta que Jan nos envió que se hallaba de nuevo en Varsovia; ofrecía disculpas por su cobardía y esperaba que lo entendiéramos. ¿Cómo pudo considerar que podíamos comprenderlo, si nos encontrábamos muriendo de hambre? Mamushu lloró tres noches seguidas a hurtadillas, en su habitación, desconsolada por la huida de su hijo más querido.

Tuve que arreglármelas para no perecer junto con ella.

La carestía me obligó a abandonar la escuela. El escaso salario de mamá no alcanzaba en ocasiones ni para visitar a papá. Las malditas alcachofas jamás lograron venderse y mamá no tuvo intención de cocinarlas. Pronto, logré encontrar empleo en el mercado central ayudando a las mujeres a cargar sus compras. Ganaba una bicoca pero al menos contribuía comprando leche y pan.
La situación en el país se agravó a tal grado que mis vecinos y ex compañeros de colegio terminarían convirtiéndose en mi competencia. Las propinas cada vez más resultaban insuficientes. Mamá perdió la plaza, ahora sólo trabajaba eventualmente; sólo los días que le llamaban del comedor lográbamos probar bocado. Sin embargo, y pese al hambre, mi empleo marchaba como un juego: mis antiguos compañeros del colegio y mis vecinos jugábamos a tener oficio. Y aunque lo jugábamos en serio, en nuestros ratos libres y durante el regreso a casa seguíamos siendo unos pequeños. Las correrías nos permitían olvidarnos un momento de los problemas de los mayores. También seguí cultivando mis alcachofas y dotando de cuidados especiales a la que mi padre me había regalado. Justo cuando cumplí los doce y acudí a la visita semanal con papá, llevé la planta como muestra de mi cuidado y mi compromiso con el bienestar de la familia. Papá ignoró tal hecho; desde hacía meses, cada visita representaba amargura y una lista impronunciable de maldiciones de ambos hacia la vida por haberles arrebatado a Jan.
Regresamos a casa más tarde. Mamá cortó todas mis alcachofas para cocerlas. Habían pasado meses desde que la resignación se apoderaba de mis sueños empresariales, aunque del mismo modo en que me abandonó el espíritu emprendedor, el cariño se había instalado como lazo entre aquella docena de plantas y yo. Mi madre desmoronó el único vínculo sólido que me unía a mi padre. Todo por ‘el hambre’. Se aproximó a mi huerto con un cuchillo recién afilado y una mirada exultante. Permanecí atónito mientras miraba cómo moría cada una de ellas. Quedé pasmado por semanas enteras. Decidí no comer más en casa. Tendría que arreglármelas con las propinas del mercado.
Conforme pasaron unos días, mi fuero interno me exigió perdonarla. No obstante, una sensación de malestar explotaba en mis vísceras a cada recuerdo del atentado. No encontraba un solo motivo para su expiación; preferí hurtar alimentos de los tenderetes del mercado hasta que fui atrapado con un pollo entero y trozos de cordero en los bolsillos. Mi madre me azotó largo rato, hasta cansarse.
Meses después volvía al mercado pidiendo otra oportunidad. Tras un sinnúmero de disculpas para los locatarios logré, no sin atenta vigilancia de todos, volver a la carga: tenía casi tres semanas sin probar un bocado decente, sólo esperaba poder terminar la jornada sin desmayos.
Una mujer anciana y gorda caminaba trabajosamente, cargando un montón de bolsas repletas de comestibles. Deduje su situación acomodada debido a la cantidad de alimento comprado y las joyas que colgaban de su cuello. En esos tiempos en Polonia era un lujo, incluso el alimento. Se detuvo justo frente de nosotros. Segundos después me descubrí salivando sin control. La abordé de inmediato para ofrecerle mis servicios. La maquinaria del hambre se lubricaba con la saliva que me hacía segregar aquella masa carnosa. Quizá consiguiera una buena paga por mis servicios.
Después de algunos minutos de negociación tenaz y un sinfín de burlas hacia mi aspecto famélico por parte de la vieja, logré que a mis amigos y a mí nos pagara por llevar las compras hasta su casa. De inmediato llamé a Lölek, Adam y Miroslav para que ayudaran. El camino no fue largo, pero tuve el tiempo suficiente para compartirles mi idea a los compañeros. El veredicto final se encontraba dividido: Adam estaba convencido de que sólo se trataba de una locura mía. Lölek tenía la suficiente hambre como para acceder de inmediato y Miroslav insistía en que todo fuese democrático. Y así fue: votamos durante el trayecto y por mayoría de tres a uno gané.
Mientras la anciana intentaba abrir la puerta de su apartamento, Miroslav y Lölek se apresuraron a dejar las bolsas para flanquearla; la anciana intuyó de inmediato la calidad del servicio que ofrecíamos. Se aprestó a entregarle las llaves a Lölek y permitirle que él abriera mientras buscaba en su bolso las monedas que nos daría de propina. El edificio parecía abandonado; el silencio reinaba en el piso en tanto descansábamos de la pesada carga. La mujer vivía sola. En el momento en que Lölek logró abrir, Adam y yo nos abalanzamos sobre la vieja. No nos costó gran esfuerzo derribarla. Su rostro se estrelló contra el suelo provocando un sonido hueco en el edificio. De inmediato Lölek y yo la arrastramos hasta el vestíbulo de su apartamento mientras Adam acarreaba la mercancía y Miroslav buscaba en qué recostarla.
Comimos hasta saciarnos. Después de largos minutos, nos encontramos tan ahitados que involuntariamente caímos dormidos en la sala del apartamento.
Al despertar un sabor metálico se apoderaba de mi lengua. Los labios los sentía revestidos de una membrana pegajosa que me impedía moverlos con soltura. La sangre que había bebido se había pegado y coagulado en mi boca a la vez que las bacterias fermentaban los restos de carne cruda entre mis dientes y encías. Coloqué mis manos frente a la boca y exhalé sólo para comprobar que olía a mierda. Corrí desesperado hasta el lavabo para enjuagarme y escupir repetidamente. No entendía nada de lo que había ocurrido horas atrás. Tan pronto regresé al vestíbulo comprobé la bestialidad con la que habíamos actuado: pedazos de la anciana se encontraban desperdigados por todo el vestíbulo, sala, comedor y cocina del apartamento. El terror por las consecuencias de semejante acto amainaba al tener mi estómago satisfecho. Aun así, un leve viso de miedo se incrustaba en mi conciencia. Desperté a mis compañeros y nos retiramos lo más sigilosamente posible…

® 2006; Said Javier Estrella
De: Cena entre Chacales
Publicado en HOMINES

Share/Save/Bookmark

Tercer Día

I.
En cuanto marcaron las siete pe eme el ambiente tornó en desesperación. El silencio en la habitación y el fragor de la lluvia cayendo daba la impresión de una plaga de langostas sometiendo la casa. Los ahí reunidos no podían creer que la demora fuera tal. Las miradas se cruzaban entre la incredulidad y el hastío; incluso hubo quien, sin decirlo, había perdido ya toda esperanza de la llegada. Nadie diría nada, en caso de equivocarse serían condenados a un castigo ejemplar. Esperarían lo que fuera necesario, aun si no llegara jamás.
Desde el medio día todo estaba listo; los ahí reunidos llegaban con viandas y flores que traían desde distintos puntos de la ciudad. Se congregaban como lo habían previsto desde hacía tiempo. Era domingo. Por la tarde llegaría el Personaje.
En defensa de los ahí reunidos, sólo diré que el proceso fue doloroso para todos ellos. Las instrucciones dadas para celebrar el día fueron precedidas por actos que jamás habrían imaginado realizar. Para ellos tan sólo se trataba de anécdotas borrosas que pasaban de generación en generación como recordatorio de los desafíos y tribulaciones que los ancestros habían librado, sin embargo, aquel tiempo fue el idóneo y las circunstancias los obligaron a actuar en consecuencia. El patriarca despertó con el nombre del Personaje en la mente. No tuvo más remedio que señalarlo.
El Personaje no pudo si no sentirse desorientado. Tuvo la súbita impresión de que un halo incomprensible le cubría la visión. No pronunció palabra y de inmediato se puso a la disposición del patriarca. De haber sabido que la preparación sería tan ardua, el Personaje habría pensado dos veces el aceptar tal nombramiento. Jornadas completas de oración y ayuno, noches de reflexión solitaria o en compañía de las ancianas beatas que hacían las de concubinas del Patriarca, le resultaban aburridísimas. Incluso un par de ocasiones pensó con seriedad en la posibilidad de escapar. Sólo desistió tras la oportuna mediación de sus hermanas.
La tarde de aquel jueves salió franco, con la única condición de que llegara no después de la media noche. El Personaje para entonces ya lucía famélico, con un aspecto que si bien no producía asco, al menos no resultaba agradable: cabellos y barbas crecidos y cubiertos por un cebo pertinaz; de las ropas ni hablar. Un desastre. Aun así decidió llegar a casa por propio pie. Lo único que deseaba era tomar un largo y tibio baño, beber algún trago y quizá mirar por un rato la televisión. A la media noche estaría de vuelta en la casa del patriarca.
Lo sucedido a continuación jamás lo esperó el Personaje. A decir verdad jamás tuvo conocimiento de su encomienda.
A la llegada a la casa ya lo esperaban dos de los hijos del patriarca. Sonrió. Lo tomaron del cabello y lo arrojaron al suelo para después patearle el rostro únicamente las veces necesarias para que permaneciera en silencio. Adentro no sólo lo esperaba el patriarca y sus concubinas, sino que se encontraban todos los ahí presentes. Cuando comenzaron las torturas, el Personaje miraba absorto los rostros de todos los ahí presentes: todos, incluso sus torturadores lo miraban de un modo compasivo. En tanto el Personaje miraba cómo la sangre comenzaba a salir de sus fosas nasales y boca. Sangre que también brotaba de las magulladuras que reventaban en espalda y pecho producidas por los azotes que le propinaban sus torturadores y en general todos los ahí presentes. Un charco de sangre que comenzaba a cubrir el suelo de la habitación entera y que ya manchaba las suelas del calzado de algunos de los ahí presentes. El Personaje no vio más que sangre corriendo por prácticamente todo su cuerpo, hasta que un puntapié en la sien lo derrumbó, inconciente.

II.
Cuando el Personaje despertó en el basurero del gólgotha no recordaba nada. Se dolió largo rato los golpes y las heridas y los clavos que lo fijaban firmemente de pies y muñecas a una mesa de roble. Como pudo logró librarse de la mesa en la que se encontraba clavado.
Sólo hasta entonces sintió cómo un halo incomprensible le nublaba la visión. Lo entendió todo. Tomó el despojo que fuera su indumentaria y caminó hasta la gasolinera más cercana. Y caminó bastante y nada lograba atemperarlo; aquel halo incomprensible gobernaba sus movimientos y conducta como una instrucción divina.
Ya en la gasolinera, buscó el baño y se aseó con cuidado de no molestar sus heridas. Ya limpio, intentó descifrar el significado de ese halo incomprensible, hasta que la reflexión le indicó que ser el Personaje resultaba poco grato y sumamente inconveniente.

® 2007; Said Javier estrella
Publicado en: El Perro No. 4

Share/Save/Bookmark

9.8.07

Ex libris pa'l otoño


  • Elizabeth Costello; J.M. Coetzee
  • Las Vírgenes Suicidas; Jeffrey Eugenides
  • Extrañando a Kissinger; Etgar Keret
  • Tinta Roja; Alberto Fuguet
  • Ámsterdam; Ian McEwan
  • Flores; Mario Bellatín
  • Respirando Bajo el agua; Marie Darrieusecq
  • Dinero; Martin Amis
  • La velocidad de la Luz; Javier Cercas
  • Pregúntale al Polvo; John Fante


Share/Save/Bookmark

25.7.07

{De bote en bote}: afiches

No se si el deporte mexicano por excelencia sean las luchas. Muchos dicen que es la charrería, peor francamente que hueva. Lo cierto es que para mí, es el deporte más divertido.
Mucho de lo que he leído acerca del fenómeno cultural de la lucha libre en México me resulta incomprensible; mucho bal, bla, bla sobre la contracultura o sobre el crisol multicultural que confluyen en la arena. Quizá. Lo cierto es que dichas percepciones me parecen demasiado yuppies. A mi me gusta la lucha por que se echa buen desmadre. Mejor que en el fútbol aunque no tan masivo. Incluso mucho más clandestino, pues la oscuridad de la arena te protege de ser descubierto al escupir la pepita o mentarle la madre al güey de preferente.
Mi familia (al menos una buena parte de la parte García) lo mira como un deporte serio y digno de respeto: el tío Rafael fue el mismísimo ‘Raf’ y la tía Irma se caso con nada más ni nada menos que ‘El Átomo’. ¿Qué quienes fueron? ¿Qué no supieron que a mi tío ‘Raf’ le hicieron una función conmemorativa tras su muerte? Ni hablar: luchadores de baja monta en Hidalgo. Pero de que le entraron a la maroma, que ni que.

Ayer caí a la arena afición por casualidad. Buen desmadre. Faltaba más.





Share/Save/Bookmark

24.7.07

Se leyó la "Cena entre chacales"

El pasado sábado 21 se terminó por fin el proceso de la emisión 2006 del FOECAH en el marco de la Feria del libro que organiza el CECULTAH en el Centro Cultural del Ferrocarríl.
En honor a la verdad, la tarde se la llevó el texto al cual le dio lectura Mario Bellatín. Mil Gracias Maestro.



Aquí unas fotillos que me rolaron de un celular (por eso la mala calidad)




Mario Bellatín: Rifadísimo




Pilar Cheín y Saïd




"En silencio, como alcachofa"


Mario Bellatín y Saïd al término de la presentación (esta foto es de Juan Carlos Villegas)



P.D. : Con respecto a la ñora que se puso muy freak al término de mi lectura. A ella le digo: usted es la siguiente en la lista del almuerzo.

Share/Save/Bookmark

23.7.07

Ces't Fini




Share/Save/Bookmark

al tiempo sólo le agradezco que se vaya.




La de cabellos arbóreos multicolores desenfunda de nueva cuenta el arma.

Apunta con un ojo y con el otro te envía un guiño.

Sólo dispara hasta percatarse de que sabes que ella esta ahí. en el espejo. en cualquier lugar.

y es que sí. ella ya ha mencionado que es brutal.

El reverso exacto del texto
Margarita-Sayak Valencia Triana
Centaurea Nigra Ediciones; Madrid. 2007
79 pp.


Aqui. Un !Bang!:


Ciudad de caníbales.
De autos que vuelan a velocidades prodigiosas.
De autosecuestros.
De pasajeros que corren a toda prisa
(tras un
conejo).
De uniformados que cazan vidas.
Aquí bien podría estar el país
de las maravillas,
De las pesadillas.
Aquí no soy Alicia.

Share/Save/Bookmark

Apología a mis amigos



Share/Save/Bookmark

9.7.07

ZEITGEIST



Zeitgeist es originalmente una expresión del idioma Alemán que significa "el espíritu (Geist) del tiempo (Zeit)". Denota el clima intelectual y cultural de una era. La pronunciación de la palabra en alemán es [ˈtsa͡ɪtga͡ɪst] (IPA).
El concepto de Zeitgeist se remonta a Johann Gottfried Herder y otros Romanticos alemanes como Cornelius Jagdmann, pero es mejor conocido en relación a la filosofía de Hegel de la historia. En 1769 Herder escribió una crítica del trabajo Genius Seculi escrito por el filólogo Christian Adolph Klotz (artículo en Wikipedia en Alemán) e introdujo la palabra Zeitgeist al alemán como una traducción de genius seculi (Latin: genius - "espíritu guardián" y saeculi - " del siglo "). Los Románticos alemanes, habitualmente tentados a reducir el pasado a su esencia, trataron el Zeitgeist como un carácter histórico en su propio derecho, en lugar de como un instrumento meramente conceptual.

Zeitgeist ha alcanzado un gran status dentro de las palabras alemanas incorporadas a otras lenguas, habiendo encontrado una entrada en Inglés, Español, Holandés e incluso Japonés.

Es un término que se refiere a los caracteres distintivos de las personas que se extienden en una o más generaciones posteriores que, a pesar de las diferencias de edad y el entorno socio-económico, una visión global prevalece para ese particular período de la progresión socio-cultural. Zeitgeist es la experiencia de un clima cultural dominante que define, particularmente en el pensamiento Hegeliano, una era en la progresión dialéctica de un persona o el mundo entero. La contribución principal de Hegel a la formulación del concepto de Volksgeist es la atribución de un carácter histórico al concepto. El espíritu de una nación es una de las manifestaciones de Espíritu Mundial (Weltgeist). Ese espíritu está esencialmente vivo y activo a lo largo de la historia de la humanidad. Ahora, el espíritu de nación es una etapa intermedia en la historia mundial, conocida como la historia mundial del espíritu. El Espíritu Mundial da el impulso a la realización del espíritu histórico de varias naciones (Volksgeister). El espíritu de naciones individuales, son las articulaciones (Gliederungen) de una organización y su realización. El espíritu de naciónes individuales representa un segmento del Espíritu Mundial del que emerge un espíritu universal ilimitado. Se introduce aquí una comparación entre el estado de un individuo y el espíritu de una nación. En el proceso de su formación el individuo sufre varios cambios sin perder su identidad. Como una parte de historia mundial, un nation -exhibiendo una cierta tendencia expresada en su Volksgeist— tiene su rol en el proceso total de historia mundial. Pero una vez que contribuye su porción a la historia mundial ya no tener un papel o contribuir en el proceso de historia mundial. La sumersión en el proceso total previene el renacimiento cultural de las personas, porque han agotado su creatividad en el crecimiento histórico del espíritu que los guía. Es por esta razón que uno de los discípulos de Hegel, Michelet, consideró la idea del renacimiento de las personas judías como filosóficamente imposible.



god bless wikipedia







ZEITGEIST








God bless the Smashing Pumpkins





Share/Save/Bookmark

BENIGNO HUMBERTO

I.
- Anda, desátame, trae unas tijeras. Desátame y vámonos. ¿Traes los guantes y el bate? Yo compro un par de bolas. Estamos cerca del campo de baseball. Anda, desátame. Vámonos a jugar.

Sus palabras no hicieron más que desconcertarme. Fue lo último que charlé con él. Hace ya poco más de un año.

II.

El infarto cerebral lo había instalado en un extraño estado de indefensión. Dejó de controlar sus movimientos y su conciencia se encontraba perdida entre su memoria y el despropósito. Sólo comparable con el momento en el que uno no acaba de despertar: la mezcla de recuerdos desperdigados en la memoria y el discurso de insensatez que precede al momento de levantarse.
El golpe finiquitó sus posibilidades de sobrevivir. El roble se precipitaba hacia el suelo frente a nuestra mirada atónita. Termino de caer una semana después. Hace un año. Exactamente.

III.

Las exequias no pudieron ser peores. Decidimos aletargarnos en tanto lográbamos comprender qué estaba pasando. Todos.

Hace un año. Exactamente.

III.

Anteayer seguí el curso de su procesión. Intentando de un modo absurdo dotar de un sentido definitorio la última charla que sostuvimos, en el hospital.
Soterré toda posibilidad de un adiós críptico. Él se encontraba perdido en una época distinta, con alguien más que mi figura le evocaba.
Quise jugar baseball donde me indicó. Lo cual fue estúpido.
El campo no existe más. Ayer fui de compras ahí.
¿Quién ira por las tijeras? ¿Quién me desatara? A mi.

Share/Save/Bookmark

Presentando lo Etéreo

Hace un par de días me han avisado desde el CECULTAH que como parte de los compromisos contraídos por formar parte del grupo de becarios FOECAH emisión 2006; tendré que presentar en la Feria del Libro Infantil y Juvenil del Centro Cultural del Ferrocarril junto con los demás compañeros el proyecto con el que trabaje durante todo ese año: Cena entre Chacales.
Lo jocoso radica en el formato: Presentación editorial junto con nuestro tutor.
Tendré que hablar de mi libro, por supuesto. Aunque tendré que hablar de un libro que no existe. Es más, tendré que hablar de un libro que no termino por corregir. Qué más da. Asistamos a la presentación de lo etéreo.

Presentación de trabajos finales de la emisión 2006 del FOECAH disciplina: Letras.

Presentador: Mario Bellatín Cavigliolo.

Becarios:

Abraham Chinchillas.

Antonia Cuevas Naranjo.

Guillermo Furlong (si es que sí terminó su proyecto y resolvió su brete con el CECULTAH).

Y la chica de ojos vacacionistas que habla como si fuera Frida Khalo.

Ah, por supuesto: Yo.

Lugar: Centro Cultural del Ferrocarril; Pachuca; México.
18:00 hrs.
Aqui un fragmento de lo ha presentar:
"Tras la dimisión de Wallesa al gobierno de Polonia mi familia se vio envuelta en una andanada de acusaciones sobre corrupción. El desorden que prevalecía en aquellos momentos no permitió que mi padre armara una defensa adecuada. Terminó junto con un par de compañeros del ministerio en prisión como chivo expiatorio. Mamá y Jan, mi hermano mayor, tuvieron que despojarse de sus bienes para poder continuar con un juicio que a todas luces parecía perdido. Y así lo fue. La judicatura recién instalada estaba tan o más infecta de abyección que la que controlaba Wallesa. Los caminos y las instancias se difuminaron tan rápido como nuestro patrimonio. Al final mi padre permaneció en prisión y nosotros nos quedamos sin un zloty. De Varsovia tuvimos que mudarnos a una unidad que durante la guerra había funcionado como gheto en la provincia de Bydgoszcz, en parte por la cercanía con la prisión donde se encontraba papá, pero también por que no había alcanzado para más nada. En cualquier caso ese sitio continuaba siendo un maldito gheto. La mafia rusa había alcanzado fincar ahí una pequeña esfera de influencia durante la hegemonía de Moscú en el país. El tráfico de armas, drogas, mujeres y demás mercancía irregular pululaba en las calles. Jan tuvo que conseguir empleo como taxista y, mamá, macilenta tras el proceso de defensa de papá, terminó por fregar trastos en el comedor de una de las fábricas del sector. La vida era una gran mierda."
De Cena entre chacales; En silencio como alcachofa (fragmento)

Share/Save/Bookmark

28.2.07


Ya regresé. Es que fui por unos cigarros


Share/Save/Bookmark